Adveniat Regnum Tuum!
«No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a vosotros el Reino. «Vended vuestros bienes y dad limosna. Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos, donde no llega el ladrón, ni la polilla corroe; porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
(Lucas 12, 32-34)
Señor, concédeme la SERENIDAD, para aceptar las cosas que no puedo cambiar; VALOR, para cambiar las cosas que si puedo; y SABIDURÍA, para conocer la diferencia. Amén.
Per Regnum Christi Ad Gloria Deum! 
 

 
