Abaixo publico minha meditaçao de hoje... Retirada de http://meditaciones.regnumchristi.org/
Nao poderia deixar passar em branco a festa do meu glorioso Sao Jose, fiel nas coisas do dia a dia...
Santos en lo ordinario
19/03/2010
Evangelio: Mt 1,16.18-21. 24
Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.
Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: “José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados”. Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.
Oración introductoria:
Señor san José, hoy quiero comenzar esta meditación hablando contigo. Tu ejemplo en el Evangelio es modesto y sencillo, impregnado de fe y esperanza teologal. Intercede por mí en esta oración para que pueda escuchar la voz de Dios, abrazar su voluntad y permanecer cerca de Jesús y de María, como tú lo hiciste.
Señor san José, hoy quiero comenzar esta meditación hablando contigo. Tu ejemplo en el Evangelio es modesto y sencillo, impregnado de fe y esperanza teologal. Intercede por mí en esta oración para que pueda escuchar la voz de Dios, abrazar su voluntad y permanecer cerca de Jesús y de María, como tú lo hiciste.
Petición:
Señor, concédeme la gracia de aprovechar toda ocasión que se me presente el día de hoy para ser santo en medio de mis actividades ordinarias, como me enseña san José.
Meditación:
La primera lección que nos da el Evangelio es que, como dice el Señor, uno solo es nuestro Padre. Dios es nuestro Creador y verdadero Padre. De Él dependemos en todo y en Él nos podemos abandonar siempre. Como José hemos de confiar en Dios como Padre bueno y misericordioso y creer en sus palabras, incluso ante los acontecimientos más difíciles de aceptar. En segundo lugar, José nos da ejemplo de realización humana y espiritual. Este santo fue un hombre maduro, centrado en su vida y en su misión. Nos enseña que la santidad se alcanza en lo ordinario, en el amor y en el servicio a los demás. Aunque José fue objeto de grandes privilegios, Dios no le ahorró la cruz y el dolor. No obstante, la felicidad de este santo no se empañó porque la roca de su vida era estar con Cristo, no sólo tenía una cercanía física con el Señor, sino sobre todo, vivía unido a su voluntad. Por último, al igual que José, tengamos muy cerca de nosotros a María.
Reflexión  apostólica:
A san José, la misión le exigió toda su vida, toda su entrega y dedicación. Las obras de apostolado, requieren también toda nuestra fe, toda nuestra generosidad y nuestra disponibilidad. No dudemos en entregarnos con todas nuestras energías y medios para cumplir la misión que nos ha sido entregada en el Regnum Christi.
A san José, la misión le exigió toda su vida, toda su entrega y dedicación. Las obras de apostolado, requieren también toda nuestra fe, toda nuestra generosidad y nuestra disponibilidad. No dudemos en entregarnos con todas nuestras energías y medios para cumplir la misión que nos ha sido entregada en el Regnum Christi.
Propósito:
Vivir el día de hoy mis responsabilidades ordinarias con espíritu de servicio.
Diálogo con Cristo:
Jesús, quiero escuchar tu voz y a estar pronto para cumplir tu voluntad así como lo hizo san José. Ayúdame a dedicarme de tal modo a mi vocación en el Regnum Christi, que contagie a muchos otros, para que quieran seguirte y trabajar por ti.
«La Iglesia necesita hoy y siempre el  testimonio silencioso de los santos» (Cristo al centro, n.  1400).
 
 
